acerca uneatable



UNEATABLE 

Vocablo en lengua inglesa que puede traducirse como Incomibleintragable.

Utilizo esta denominación para señalar una condición de complejidad a las producciones que selecciono. Trabajo con la idea de dificultad, de condición refractaria y anómica, en tensión con un circuito artístico cultural que tiene por único horizonte el espectáculo y la despolitización permanente del sentido. Las obras aquí reunidas comparecen en su condición problemática en un contexto, institucional, político y representacional signado por el desmontaje permanente de toda rugosidad crítica.

Desde los años 90 en adelante el escenario artístico cultural chileno se propuso en polémicas operaciones políticas e institucionales dejar atrás todo síntoma que remitiera al pasado doloroso y traumático de los años de dictadura militar. Se modeló un régimen de visibilidad que obligó a replegar la práctica de la performance a los extramuros del circuito de arte. El cuerpo era el convidado de piedra a la liturgia de la democracia protegida, sólo posible gracias a pactos de silencio, componendas y conjuras. La democracia posdictatorial le exigió al arte hablar en una lengua anodina los terrores y horrores del pasado reciente. Se vertió sobre la catástrofe reciente, toda una tecnología de la borradura cuyo éxito sería cifrarla y alivianarla de todo posible dramatismo. En este contexto, es imposible pensar la irrupción y la emergencia del cuerpo en el arte en Chile sin toda una densidad semiótica que lo liga al elemento negado, impuro y oculto que se debate en batalla para no desparecer del lenguaje.

Intragables
Los artistas de Performance en el Chile de los últimos 20 años han trabajado bajo el signo del desamparo, la obliteración y la falta de apoyo institucional. En el mercado es imposible su existencia, pero en galerías de corte más crítico tampoco su inscripción ha sido fácil. Acusada entre otros males de “exhibicionista” o “periodismo performatico” se ha cernido sobre ella una expectación mediática que la anula casi automáticamente en tanto aparece. Vale decir se enfrenta a un doble juego, aparecer para desaparecer como puro espectáculo vacío y adelgazado; una visualidad festiva de vernisagges en definitiva.

Los artistas de performance operacionalizan una práctica que debe sortear permanentemente el desconocimiento, desinformación y prejuicio de un aparato cultural que sigue dando al objeto un estatuto privilegiado en pos de asegurar una circulación meramente mercantil del arte por sobre otro que reflexione más radicalmente sobre el estado contemporáneo del mundo y sus imágenes.

Uneatable reúne propuestas que reflexionan desde si y sobre si la idea de estructura compleja. Esta se traduce y traslada a semánticas más amplias y expandidas como inestabilidad, inubicabilidad, inclasificabilidad. Estructuras reacias al inventariado automático o la clasificación naturalizante. Uneatableactiva una comprensión más profunda de ciertas obras y operaciones que conciben escencialmente al cuerpo como un dispositivo infractor, como desestabilizador de sentidos y políticas de límite y restricción.

Uneatable, acciona una comprensión contextual que alude también a una lógica problemática de la deglución. El arte y su visualidad contemporánea como alimento para asentar una racioanlidad funcionalista y económicista, en la que el sentido se bancariza y se le pone al servicio de la instrumentalidad productivista. La Performance, para esta lógica aparecería difícil de tragar, incomible para la maquina espectacular que busca el rendimiento monetario a cualquier precio. Uneatable metaforiza la resistencia de cuerpos que luchan para no ser colonizados por el imaginario del valor de uso. Su promesa pues, radicaría en plantearse como cuerpos inútiles para el semio-capitalismo neoliberal. Cuerpos capaces en su pesantez de transgredir sistemas de exclusión de toda índole. Ese cuerpo intragable es uno que diseña un propio (y
plural) planteamiento de ocupación pública (polis) asentado en una mutación permanente que le posibilite hacerse cargo de la heterogeneidad basal que define radicalmente hoy toda idea misma de ciudadanía.

Las obras seleccionadas en esta curatoria de video- performance despliegan su problematicidad en estrategias de trabajo que alteran una idea de art pour art. Cobran sentido en espacios más allá de las dualidades adheridas a los mecanismos neocoloniales con que la filosofía occidental limita una exploración más profunda a la integración de fronteras entre arte, política y cultura. Son textos oblicuos que aspiran a una comprensión y una conciencia insumisa, más allá de la violencia epistémica que aspiran a despolitizarlas para dejarlas suspendidas en un puro éxtasis espectacular. Esa conciencia radical y rebelde para las que trabajan, las define Intragables justamente por hacer dificultosa en parte la voracidad implacable del vacío a la que el arte esta indefectiblemente condenado en contextos neoliberales como el nuestro.

Samuel Ibarra Covarrubias.

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